El duelo por una ruptura de pareja

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Tras una ruptura, la mayoría pasamos por una temporada de duelo, en la que tenemos que aceptar la pérdida, la realidad de que no volverás a estar con esa persona. Esto puede llevar un tiempo, que es diferente para cada persona y cada ruptura. Tanto si es una ruptura deseada como si no, siempre conlleva cierto proceso, aunque sólo sea por un mero hábito y cierto cariño.

Durante el duelo aparecen los pensamientos obsesivos hacia nuestra expareja, puede que recordemos los momentos buenos, pero también los malos. Nos preguntamos qué hemos hecho mal, incluso puede haber rencor o enfado hacia la otra persona o culpa hacia nosotros mismos. Puede que tengamos un gran deseo de contactar con esa persona, ver sus fotos o recuerdos, añorando el pasado. Aparece el miedo a la soledad, el llanto, la tristeza, el sentimiento de que nada tiene sentido o de que no vas a volver a encontrar a nadie igual.

Todos estos sentimientos son normales y acaban por desaparecer. Cada ruptura nos da una oportunidad de aprender, madurar y crecer como personas, aunque en un principio no lo veamos así.

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El duelo tras una ruptura

Aunque no todas las personas llevan las rupturas de la misma forma, se habla de ciertas etapas que las personas tendemos a vivir, aunque ni son normativas, ni es necesario que se den todas, ni en ese orden. Cada uno lo lleva como puede.

Etapas del duelo en una ruptura

1. Confusión

Deseo de saber y entender por qué se ha terminado la relación. Te centras en lo que dijo tu ex que pueda contradecir la ruptura, de alguna manera tienes esperanza que solo sea una discusión más. Hay una cierta anestesia emocional, para protegernos del dolor.

2. Negación

Te resistes a creer que la relación se ha terminado. Sientes que has puesto todo tu ser en ella, ha sido tu mundo, tu vida. No puedes aceptar que se haya acabado. Tienes la esperanza poco realista de que la relación puede ser salvada. Que si cambias o prometes mejorar podréis volver a intentarlo. Esto puede distraerte brevemente de la experiencia de pérdida pero también te da la ilusión de que tienes control sobre ella, perpetuando la creencia de que se puede salvar.

3. Tristeza

Comienzas a ser consciente de lo que implica la ruptura, qué supone esa pérdida. Es una fase de tristeza profunda y negativismo. Esta fase nos ayuda a analizar lo que ha pasado para buscar posibles soluciones.

4. Culpa

Piensas continuamente qué podrías haber hecho mejor, en qué te has equivocado, cómo podías haber evitado que eso pasara. Esto nos ayuda a ver cómo podemos mejorar, pero si es exagerada puede crear la ilusión de ser los únicos responsables de la ruptura.

5. Ira

La rabia es un signo de que sientes que la otra persona no ha hecho suficiente, o que en cierta medida no te ha dado lo que merecías. La ira nos ayuda a movilizarnos, recordándonos que nosotros también importamos. Aunque la ira puede dirigirse hacia la expareja, el mundo o nosotros mismos, es parte del proceso de duelo. Aunque se dirija hacia nosotros nos va a ayudar a cambiar nuestra perspectiva acerca de cómo ha ido la relación y a hacer cambios.

6. Aceptación

Con el tiempo comienzas a aceptar lo que ha sucedido, que no merece la pena seguir intentándolo. Comienza a surgir la esperanza de un futuro si esa persona, y que estarás bien si ella.

¿Cómo sobrellevar una ruptura amorosa?

Cada persona, cada ruptura y cada relación son diferentes pero aquí hay algunos consejos que pueden ser útiles.

  1. Guarda, tira o deshazte de todo aquello que te recuerde a esa persona. Esto suele ayudar a romper más fácilmente ese vínculo. No quiere decir que olvides ni niegues que hubo una relación. Simplemente con quitarlo de la vista y guardarlo en un lugar poco accesible te ayudarán a tener tu expareja menos presente. Cuando sane la herida podrás revisitar vuestros recuerdos y sacar a la luz lo que consideres.
  2. Elimina o bloquea a esa persona de las redes sociales (al menos temporalmente). Tras una ruptura nuestro objetivo es combatir la parálisis que trae consigo, aprendiendo a sobreponernos a los síntomas agudos del duelo, como los sudores fríos, la angustia e incluso el dolor físico, los pensamientos obsesivos, el deseo compulsivo de ver, hablar, escuchar y saber qué hace tu ex. Sucumbiendo a estos deseos podemos obtener alivio a corto plazo, pero perpetúa la adicción hacia esa persona y no nos ayuda a superarlo. Bloquear a esta persona, puede, al igual que el punto anterior, ayudar a desvincularte de esa persona y a tenerla menos presente. Además, debido a que las personas solemos publicar en las redes sociales sólo las cosas positivas, ver las publicaciones de nuestra expareja en las redes sociales nos crea la falsa impresión de que “lo está llevando bien”, “soy el/la único/a que está sufriendo”, “mira qué rápido me ha olvidado”. Cada uno supera las cosas como y cuándo puede. Además, sus publicaciones no son garantía de que no lo esté pasando mal. El recordatorio constante de esa persona dificulta la superación del duelo.
  3. No dejes de hacer las cosas que solías hacer. Esto puede ser especialmente difícil si la relación era muy exclusiva y absorbente. Si todo lo hacíais juntos este paso va a ser duro, pero muy necesario, ya que te va a ayudar a darte cuenta de que realmente no necesitas a esa persona, ni a ninguna pareja para disfrutar de las cosas que te gustan. Si solíais ir al cine, ve con otra persona. Las expresiones como “dejé de hacer x cosa porque lo hacía con mi pareja, era algo nuestro” solo nos priva de volver a disfrutar de nuestras aficiones.
  4. Recupera tus amistades o crea un nuevo círculo de amigos. A veces, cuando comenzamos una relación descuidamos otras, sobre todo las amistades. Tras una ruptura podemos darnos cuenta de que nuestro círculo social se ha visto reducido. No temas en hacer nuevas amistades, apúntate a clases de algo que te interese, entra en clubs de tus aficiones favoritas, hazte voluntario/a. Hay sitios web y aplicaciones para conocer gente con diversas aficiones e intereses en tu ciudad.

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    Supera el duelo ampliando tu círculo social
  5. No juzgues tus sentimientos ni los niegues. Tienes todo el derecho a sentirte mal, a sentirte tal y como te sientes. La tristeza, la desilusión, la culpa… son emociones normales en una ruptura. No las escondas, ni las juzgues. No tengas prisa por superarlo, ni te exijas estar bien: “Ya han pasado tres meses, debería haberlo superado”. Este tipo de afirmaciones nos castigan, nos presionan y no nos ayudan a superarlo, más bien al contrario.
  6. No te recrees en tu sufrimiento. Muchas veces adoptamos una posición victimista “soy un/a desgraciado/a”, “no voy a encontrar a nadie”, “¿por qué me pasa esto a mí?”, “algo malo debo tener”. Las rupturas son algo muy frecuente, que se termina superando. No es un fracaso, ni una desgracia. De hecho, muchas veces supone un alivio y el fin de una relación que no iba bien, además de una oportunidad para seguir desarrollarnos y conocer a otras personas que nos aporten algo nuevo. Por tanto, es mejor frenar esas verbalizaciones y sustituirlas por otras más realistas. Aprovecha este cambio de etapa para hacer cosas nuevas, aprovecha el tiempo para ti, para cubrir tus necesidades, para quererte a ti mismo.
  7. Reflexiona de vez en cuando acerca de lo que le dirías a un amigo si estuviera en tu misma situación. Esta es una forma de ser más compasivo y más benévolo con uno mismo. A menudo somos demasiado exigentes y duros con nosotros mismos. Las palabras que nos dirigimos a nosotros mismos tienen un poder muy grande de hundirnos o sacarnos del pozo.
  8. Sal de casa, pasa tiempo con tus seres queridos. No pasa nada por quedarse un par de días en la cama. Pero salir de casa, pasar tiempo con amigos y familiares puede suponer una distracción y un consuelo del propio sufrimiento. El aislamiento es totalmente contraproducente tras una ruptura. El apoyo social es clave para superarlo.
  9. Expresa cómo te sientes. Aunque a veces pueda resultar difícil, expresar cómo nos sentimos nos ayuda a superarlo y a sentirnos menos solos. Incluso escribirlo en un diario puede resultar de ayuda también.
  10. Acepta que el futuro no será como te imaginabas, pero eso no tiene por qué ser malo. Cuando estás con una persona te imaginas un futuro con ella, un futuro que puede ser más o menos concreto o planificado. Pero una vez que se produce la ruptura, ese futuro imaginado desaparece, pero no significa que no tengas un futuro. Será diferente pero no tiene por qué ser peor. Nuevas esperanzas y sueños podrán reemplazar los antiguos.
  11. Acepta que tendrás días mejores y peores. El duelo no es un proceso lineal. Es cierto que la tendencia es a ir encontrándose cada vez mejor, pero no es necesariamente progresivo. Hay días que te sentirás mejor y otros peor, pero eso no significa que hayas retrocedido. Es normal tener altibajos, incluso cuando no estamos pasando por una ruptura.
  12. No dudes en pedir ayuda externa si lo necesitas. Un psicólogo o psicoterapeuta puede ayudarte a sobrellevar el duelo y evitar que se complique, sobre todo si nos estancamos en alguna de las fases.

Cuestiones para reflexionar

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Aprovecha el duelo para practicar la introspección
  1. Párate a pensar de forma global. ¿Cómo has contribuido a los problemas de la relación? ¿Cómo ha contribuido la otra persona?
  2. ¿Tiendes a repetir los mismos errores o escoger a las personas equivocadas en todas tus relaciones?
  3. Piensa en cómo reaccionas al estrés y manejas el conflicto y las inseguridades. ¿Puedes actuar de una forma más constructiva?
  4. Considera si acpetas a las otras personas de la forma en la que son y no de la forma que deberían o podrían ser.
  5. Examina tus emociones negativas como un punto para comenzar el cambio. ¿Tienes control sobre tus emociones o ellas te controlan?

Es importante ser sincero con uno mismo en todo este proceso. No intentes buscar culpables o machacarte a ti mismo por tus errores. Mira tu relación como una posibilidad conocerte a ti mismo y como te relaciones con los demás y los problemas en los que tienes que trabajar.

Si eres capaz de examinar tus decisiones y tu conducta de forma más objetiva, incluyendo las razones por las que elegiste a tu ex-pareja, podrás darte cuenta de lo que fue mal y tomar mejores decisiones en el futuro.

Andrea García Cerdán

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