Enamorar a un poeta
devolverle la sonrisa
al bufon
que perdió el gesto
en algún instante
y recupera el color,
los cascabeles,
se sonroja,
por primera vez
en mucho tiempo.
Enamorar a un poeta
devolverle al corazón el altar
rememorar el nacimiento
siempre a tiempo
de los besos
que aún tenemos
tanto tiempo para darnos.
Volvernos de fuego
e ignifugos
en esta llama
abrazar la luz del día.
Enamorarse de un poeta
llenar de un soplo,
de aire,
las velas,
ser mucho más que sólo humano,
regalarse un gesto
lleno de complicidad,
de emociones,
de sueños,
despegar los dos si se quiere
del alquitranado suelo,
darle alas a este vuelo
ascender en esta caricia
casi de puntillas
mucho más alto que el cielo.
Elaborar de nuevo un beso
que nos haga brillar especiales
que nos haga ser
esfera celeste
donde sólo fuimos cielo.
No hay hueco para el vacío
cuando se ama a un poeta,
no quedan espacios en blanco
en el pecho.
Abrazar la poesía
y al poeta
como abraza a la tierra
el cielo
comprenderte hecho de letras
le resta mucho espacio
al desconsuelo
latir cerca de un poeta
buscar como un loco razones
para seguir viviendo
como un juego aéreo
que aunque pasa rápido
se escribe bien lento.
Enamorarse de un poeta,
vestirse uno de flores
de primavera eterna
en lo de dentro del pecho.
Cristian G.
