Una tarde en un jacuzzi privado

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jacuzzi romantico

Quien se aburre en la cama es porque quiere. Hay muchísimas formas de practicar sexo. Eso sí, te lo tienes que currar

No hay nada peor que tener pareja o un follamigo o amigobio y caer en una auténtica monotonía. No permitas que eso suceda nunca, y si sucede ponle remedio. El misionero puede estar bien, pero llega un momento que cansa. Lo mismo pasa con los empotradores. Un día, dos, tres… Te lo puedes pasar de coña, pero si siempre se hace lo mismo… Terminará aburriéndote mucho. ¿Te ha pasado? ¿Por qué no pasar una tarde en un jacuzzi privado?

«Al principio el sexo con ella me parecía brutal, pero siempre hacíamos lo mismo. Le propuse hacer cosas nuevas en la cama para cambiar un poco y siempre me decía que no. Su mejor amiga le regaló 50 sombras de grey y no veas cómo cambió la cosa: que si unas esposas, juguetes para la cama, rollo amo y sumisa… Nos lo empezamos a pasar en grande». (Emilio G., Toledo)

Sexo monótono

El caso de Emilio no es una situación aislada. Él se dio cuenta de que algo estaba fallando y su chica también pero no lo quería hablar. Le propuso cosas diferentes a su pareja, pero a su chica no le convencía salir de la zona de confort y le daba miedo probar cosas nuevas. Fue una amiga de ella la que le hizo que cambiara de opinión gracias a un libro, el famoso 50 sombras de grey. En su caso el final ha sido muy feliz y han conseguido poner fin a esa mala racha por la que estaban pasando.

jacuzzi para dos
              Acompáñalo con fresas y cava

Si quieres proponer cosas nuevas a tu pareja para disfrutar de un sexo que últimamente os resulta monótono no puedes pasar de 0 a 100, tienes que ofrecerle cosas que no le asusten. Si nunca ha estado en un local de intercambio pues a lo mejor si se lo propones, te va a decir que no y le pueden surgir inseguridades, pero le puedes proponer algo más íntimo como disfrutar de una sesión de sexo en un jacuzzi, solo para los dos. ¿Qué te parece la idea?

Jacuzzi privado

Ponte en manos de Google y busca un buen jacuzzi privado, seguro que en tu ciudad encuentras unos cuantos.

Por mi experiencia decir que los precios del jacuzzi privado son de 25 € por persona aproximadamente y se puede disfrutar para un máximo de 4 personas al mismo tiempo. En muchos sitios si lo pides con antelación puedes contratar una botella de cava y bombones, y que merece mucho la pena.

La duración del alquiler del jacuzzi privado es de 50 minutos, he de reconocer que se queda muy corto de tiempo, porque justo cuando te lo empiezas a pasar bien, bueno… realmente bien porque bien te lo pasas desde el momento en el que entras… En muchas ocasiones te das cuenta de que el tiempo ha pasado volando y que por lo menos necesitarías el doble o una horita y media. Por eso es bueno controlar los tiempos de vez en cuando dentro del jacuzzi privado. Y es por ello que tienes normalmente un reloj dentro que te permitirá ir controlando los tiempos.

El interior de la sala donde se encuentra el jacuzzi privado suele estar muy cuidada. En la mayoría de los sitios el personal cuida mucho la imagen para que te encuentres en un entorno de lo más romántico poniendo velitas y pétalos de rosas. De fondo se escucha un hilo musical muy suave, solo para dar algo de ambiente y en ningún momento adquiere nada de protagonismo ni te saca de lo que estés haciendo.

También quiero destacar que el personal que trabaja en este tipo de sitios son muy amables. Cuando llegas, te acompañan al vestuario que en muchas ocasiones aviso que es mixto pero que siempre tienes cuartos independientes por si quieres más intimidad para cambiarte y mientras te preparan tu jacuzzi privado te dejan en los vestuarios, donde dispones normalmente gratuitamente de consignas para dejar tu ropa. Dan una llave por persona.

Más tarde van a recogerte para acompañarte al espacio del jacuzzi privado que has reservado. Antes de entrar te dicen que si todo está a tu gusto y que si quieres un cambio en la temperatura del agua, solo tienes que pedírselo. Lo más importante es que todo esté a tu entera disposición y comodidad.

«Era la primera vez que lo hacía con mi chica en el agua. La sensación fue una auténtica pasada. hemos repetido porque nos encanta a los dos» (Roberto, madrid)

Me gusta el momento de terminar porque no se hace incómodo. Cuando se cumplen los 50 minutos del tiempo acordado, deja de salir agua por los chorros y es el momento de ir pensando en salir. Dentro se encuentra una gran alcachofa en el techo con la que darte una refrescante ducha, que creedme, se hace bastante agradable.

Al finalizar, vuelves a los vestuarios pero con una sensación increíble de placer y bienestar.

¿Qué hay que hacer para disfrutar de una buena sesión dentro del jacuzzi privado?

Lo primero que tienes que hacer es reservar hora. Te recomiendo que luego no hagas muchos planes porque sueles salir muerto. La humedad y el agua te dejan un poco de bajón.

Una vez pedida la cita tienes que llevar, en la mayoría de los casos lo siguiente:

  • Gorro
  • Chanclas
  • Traje de baño
  • Toalla

Y sí, aunque parezca lo más absurdo del mundo, lo tienes que llevar.

Lo más importante son tus ganas de pasarlo bien y disfrutar de esos 50 minutos como si no hubiese mañana. Comeos enteros y disfrutar plenamente del sexo, dejando volar la imaginación.

Recuerda el uso del condón, con el que te evitarás muchos sustos y lo más importante, evitarás cualquier contagio de enfermedades de transmisión sexual (ets).

¿Lo mejor de una tarde en un jacuzzi privado? La compañía.

Susu Pétalos

 

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Periodista, sexóloga y terapeuta de pareja

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