Escrito por “Eldel Balcón”
III-Rubia
Una tarde gris de diciembre era sin más. Una llamada de teléfono “voy a verte, estoy por el centro”. No había colgado casi y sonó el timbre. El tiempo justo de coger un vino y dos copas para amenizar la llegada. Sonó el ascensor, la puerta apresurada, la respiración agitada y apareció.”Hola” dijo, con sonrisa grande, labios pintados, un montón de bolsas de compras colgando de las manos. Entró y yo intenté una conversación básica de arranque, torpe, como el que juega a un juego que no conoce, mostrando las copas, la botella y un absurdo abridor. Se acercó a mi junto a la ventana y me dijo “no, no es eso.” Se arrodilló, me bajó el pantalón, abrió su boca y no paró de lamerme con sus labios de hermosa puta hasta que me corrí bien dentro. Las bolsas llenas de ropa nueva estaban desparramadas por el suelo y pensé que todo esto debía haber comenzado en su cabeza, un buen rato antes, en algún probador de la Gran Vía.