¿Cambiará nuestra forma de relacionarnos tras la cuarentena?

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De acuerdo con una encuesta elaborada por LELO, 2 cada 10 españoles están practicando sexo a través de su smartphone u ordenador durante la cuarentena. ¿Será nuestra forma de comunicarnos igual tras la cuarentena??

“Si bien empezaremos a retomar los encuentros durante las próximas semanas, el uso de dispositivos y aplicaciones continuará estando presente en nuestro día a día”, afirman los expertos de LELO.

Desde poder hablar con alguien que está a miles de kilómetros hasta hacer la compra con solo unos clics, internet ha facilitado la vida de millones de personas en todo el mundo. Pero este invento, que ha revolucionado por
completo nuestro día a día, ha cambiado todavía más nuestra forma de ligar y de relacionarnos con otras personas durante la cuarentena.

“La llegada de internet y la posterior creación y evolución de las redes sociales y la tecnología han ido dando paso, durante las últimas décadas, a una manera completamente nueva de interactuar tanto sentimental como sexualmente hablando”.

Tanto es así que 2 de cada 10 españoles están practicando sexting, sexo telefónico o manteniendo relaciones a través de las cámaras de sus dispositivos electrónicos durante el confinamiento.

Los expertos de la marca señalan que hemos visto en Whatsapp o Skype la
alternativa perfecta para mantener el contacto con nuestras parejas
durante estas semanas o para charlar con esa persona que nos atrae y dar pie a un nuevo romance o a encuentros sexuales virtuales.

“Durante las últimas semanas hemos experimentado un cambio radical y súbito en la forma de relacionarnos. Hemos visto cómo, de un día para otro, desaparecía la posibilidad de escribir a alguien para quedar esa misma noche”, señalan desde LELO.

Respecto a la nueva normalidad que nos espera, los expertos señalan que la forma de relacionarnos, por el momento, no volverá a ser como antes. Según subrayan, la previsible disminución del contacto social o la reducción del aforo en los bares y discotecas tendrá algunas consecuencias.

“Si bien podremos empezar a retomar los encuentros y relaciones durante las próximas semanas, el uso de dispositivos y aplicaciones continuará estando presente en nuestro día a día”, explican.

No solo por prevención y responsabilidad social. También porque muchas personas y parejas han visto en estas plataformas una nueva forma de vivir su sexualidad. Incluso muchos utilizan juguetes eróticos como el succionador de clítoris SONA 2, el conejito SORAYA 2 o el anillo vibrador TOR 2 para deleitarse a sí mismos y a la persona al otro lado de la cámara.

“Sin duda, todos estos avances tecnológicos nos han ayudado a tener más opciones a la hora de entablar contacto con otras personas. Sin embargo, en LELO siempre recordamos que el contacto físico -respetando siempre las nuevas pautas que vayan estableciendo las administraciones- nunca será sustituido por estas aplicaciones, que sí pueden suponer un buen complemento”, aclaran.

De hecho, si echas la vista atrás, recordarás cómo hace algunos años la tecnología ya supuso un cambio en tu forma de relacionarte. Y no por ello has dejado de mantener el contacto físico.

“Los chats fueron una de nuestras primeras herramientas para conocer gente nueva a través de internet y el punto de partida de muchas de las
apps para ligar que conocemos hoy en día”, señalan desde LELO.

A veces con un nombre falso, nos adentrábamos en las salas de los chats. Abríamos conversación con un nick que nos llamara la atención o en el que apareciera un año que fuera acorde a nuestra edad.

¡Seguro que también recuerdas Messenger, con sus zumbidos; Fotolog,
con textos en los que siempre hacíamos algún guiño a esa persona que nos gustaba; o los cientos de fotos y conversaciones en el chat de Tuenti!

3 Comentarios

  1. […] Este término ha pasado por diferentes estados a lo largo del tiempo, de las diferentes culturas y de las distintas sociedades. Recordemos que, con anterioridad, no estaba contemplado que un hombre o una mujer estuvieran solteros/as, que no formaran una familia y que no vivieran juntos/as. De eso ya hace bastantes años, al menos en la cultura occidental. […]

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