Cuando estamos con otras
personas
apenas nos acordamos
el uno del otro.
Sin embargo,
cuando estamos solos
nos buscamos
como dos lobos en celo
que han perdido a la manada
en una noche sin luna.
Como Rómulo y Remo, sin saber,
que tenemos un universo entero
aún por nacer,
de una sola supernova.
Solo que nuestro caso
no es Roma;
se escribe todo
del revés.
Cristian G.