La sexualidad de las mujeres ha vivido una evolución, gracias a la apertura en las conversaciones del placer femenino subrayado en redes sociales. Históricamente, el disfrute de las mujeres ha estado relegado a un segundo plano, e incluso casi prohibido o censurado. De hecho, una encuesta realizada por Amantis señala que la mitad de las españolas admite que “algunas veces” el encuentro sexual termina cuando el hombre llega al orgasmo.
La satisfacción en el sexo en pareja también es un tema del que se ha creado conciencia gracias a esta nueva revolución sexual. Muchas de las mujeres entre 18 y 25 años siente generalmente que el encuentro finaliza cuando ellos llegan al orgasmo. Sin embargo, esta cifra se reduce a 0 en la mayoría de las encuestadas mayores de 50 años.
“Aunque llegar al orgasmo no es lo más importante en el sexo, es cierto que puede resultar frustrante no ser capaz de llegar a él, y puede ser consecuencia de no sentirse escuchada, o de una pareja que pone sus necesidades por encima de las nuestras. El coitocentrismo ha hecho que muchas mujeres renuncien a su placer a lo largo de la historia, no dejando lugar a la experimentación de sus propios gustos. Por ello en el sexo en pareja es clave la escucha mutua
Alba Povedano, sexóloga y encargada de amantis.
y el respeto, por encima de todo”.
Fingir orgasmos se vuelve parte de la sexualidad femenina
Quizás pudiera parecer que con estos nuevos tiempos ya se acabó aquello de fingir los orgasmos, pero nada más lejos de la realidad. Y es que más de la mitad de las mujeres encuestadas afirma que ha fingido alguna vez un orgasmo. Las que más, las mujeres entre 25 y 30 años.
En cuanto al por qué fingir un orgasmo, el motivo principal es evitar herir la masculinidad de su pareja sexual. Sin embargo, casi la mitad de las españolas admite que le cuesta llegar al orgasmo las primeras veces que se acuesta con otra persona. Y la cifra más alarmante: a un tercio de las encuestadas les cuesta decir que ‘no’ si hay algo que no les apetece hacer.
Además, más de dos tercios de las encuestadas reconocen sentir presión social en torno al sexo. Especialmente en la cantidad, sintiendo que hay prejuicios “tanto si lo haces mucho como si lo haces poco”.
Más allá del orgasmo
La revolución sexual que vivimos, liderada por la conversación en torno al placer femenino y su importancia, permite que cada vez más mujeres vivan su masturbación y su sexualidad con libertad y con menos tapujos.
Tanto es así que para muchas mujeres la masturbación es una forma de disfrute, y una práctica que les hace llegar al orgasmo con más facilidad. Esta cifra llega al 100% en las mujeres entre 45 y 50 años, y al 73% en mujeres mayores de 50. Las que menos admiten esta cuestión son las más jóvenes, entre 18 y 25 años.
Pero las españolas no renuncian al sexo en pareja, todo lo contrario, buscan una persona que les haga sentir el mayor placer. Por eso para la mayoría, un buen amante es, en este orden:
- Alguien con quien tengo complicidad y química.
- Una persona que pregunta, escucha y está pendiente del bienestar de la pareja sexual, aunque es difícil de encontrar.
- Una persona que entiende un ‘no’ por respuesta y no insiste para que haga algo que no me gusta o no me apetece en ese momento.
Con estas respuestas, se puede observar cómo la mayoría de las españolas buscan disfrutar del sexo en igualdad de condiciones y encontrarse en un entorno seguro en el que se sientan escuchadas. Algo que no siempre es fácil de encontrar. Dado que casi un 30% de las encuestadas reconoce que alguna vez un hombre le ha pedido mantener relaciones sin preservativo, incluso si no lo conocía.
“La sexualidad femenina es importante para el bienestar general de las mujeres, pero más allá de ello, es fundamental para poder decir que tenemos una sociedad igualitaria. El placer y el autoconocimiento son esenciales para poder disfrutar de una buena relación con una misma, empoderándose y gozando del propio cuerpo sin prejuicios”.
Alba Povedano, sexóloga y encargada de amantis.
