Os quiero contar mi experiencia en Yakitoro, el restaurante de Alberto Chicote en Madrid

El otro día tuve la oportunidad de conocer el nuevo restaurante de Alberto Chicote en Madrid por motivo de mi cumpleaños. Yakitoro Castellana se encuentra ubicado en pleno Paseo de la Castellana, en el número 130, a la altura del estadio Santiago Bernabéu. Hay que reservar con un par de días de antelación por lo menos para poder elegir entre los dos turnos de cena; el de las 20:30 o el de las 22:30. Elegimos el de las 22:30.

El restaurante es bastante amplio, por lo que es mejor no hacer cuentas de lo que puede costar el alquiler del local en esa zona. Lo primero que sorprende al entrar es el pequeño ejército de camareros de distintas nacionalidades vestidos con monos de taller mecánico, todos muy amables y dispuestos a atendernos. Local amplio, diáfano, limpio y bien ordenado, todo muy zen. Buena iluminación, íntima y nada molesta. Tiene una curiosa pared cubierta con secciones de colchones que no me gustó. Me dio la sensación de contener un montón de agentes alérgenos pululando a su alrededor. Nos propusieron sentarnos en una de esas mesas corridas en las que te sientas al lado de un desconocido que ahora están tan de moda, o pedir una mesa un tanto más íntima para dos que fue lo que hicimos nosotros y para lo que no pusieron ningún problema.

Las mesas son un diseño exclusivo para el restaurante y tiene un original recipiente en el centro lleno de hielo en el que tienes varios tipos de cervezas a tu disposición. Las sillas cómodas, pesadas y robustas. Al lado de cada mesa hay un pequeño cajón en el que puedes meter abrigos, bolsos o los cascos de las motocicletas, muy cómodo para despreocuparte.

El nombre del restaurante proviene de la palabra japonesa yakitori, brocheta, y toro, el animal emblemático español por lo que es la carta es una fusión de comida hispano–japonesa. Nombres muy originales y apetitosos. La estrella del restaurante es su parrilla de carbón donde se cocinan las brochetas.

La carta en Yakitoro está compuesta por productos de la tierra (verduras), del agua donde destaca el atún rojo o el pez espada, de la granja que son platos compuestos de pollo y de la finca, cerdo y tradicional. Además dispone de ensaladas y de los originales Yakibokatas, pan japonés relleno con carnes o foies.

Nosotros pedimos uno de tiras de ternera en salsa barbacoa ibérica, que estaba muy rico. Unas setas shitakes frescas con virutas de bonito seco ahumado, un plato muy sorprendente. Un arroz especiado al carbón, un atún rojo y pack choy y pollo frito crujiente con salsa agridulce cañí y tuétano asado (fuera de carta).

En resumen

• Las raciones son de un tamaño normal, con cinco o seis platos para dos te quedas bien
• Lo regamos con un vino Godello Gaba do Xil, un vino de Valdeorras
• Lo mejor de la cuenta: 52€ entre dos personas que para cenar con vino no esta nada mal
• Experiencia recomendable y a buen precio para volver más veces y seguir degustando su carta

Y tú, ¿a qué esperas para visitarlo?

Berto Al